La mayoría de los estudios que existen sobre el tema coincide en apuntar que entre el 40 y el 50% de los adultos ha sido infiel alguna vez en su vida.
La infidelidad suele ser la consecuencia de la mentira, más bien de la falta de verdad ante una carencia de alguno de los miembros de una relación, o de ambos.
Existen muchos motivos por los cuales uno de los miembros de la pareja llega a ser infiel, pero, todos tienen una explicación que desemboca en la insatisfacción personal.
Cuando una persona se siente insatisfecha personalmente, porque tiene conflictos sin resolver, personales o de pareja, la tendencia es la evitación o evasión
Uno de los grandes problemas en las relaciones es la ausencia de comunicación de calidad. La falta de verdad sobre lo que se siente o lo que se desea va perforando la relación día tras día.
Si comparamos la relación con una casa , la ausencia de verdad y sinceridad sobre lo que sentimos que nos falta o sobre lo que silenciosamente deseamos, sería agua filtrando las bases de la edificación o una gran gotera… y si no se soluciona, la casa en algún momento se puede derrumbar.
Ante un problema hay que buscar su origen, y para ello la comunicación basada en la verdad y en tratar de comprender al otro es algo fundamental.
El ser humano no suele buscar lo que ya tiene, busca lo que cree que le hace falta, sin pensar que a veces lo que le hace falta es valorar lo que se tiene, e intentar mejorar poco a poco la relación desde el amor, la comprensión, el entendimiento, la solidaridad y la negociación por ambas partes.
La infidelidad nace en una relación al alejarse por dentro uno del otro, sin importar lo cerca que estén físicamente y lo aparentemente felices que sean.
Es muy importante ser consciente de la insatisfacción personal, por conflictos no resueltos, que haya podido tener nuestra pareja antes de conocernos. Solo así pueden llegar a resolverse. Ahora bien, si la insatisfacción personal surge o aumenta con la relación de pareja, es conveniente afrontar esta situación. Por lo tanto, hay que buscar soluciones o tomar decisiones de ruptura, para que cada uno busque su camino de felicidad por separado, sin evitar la realidad.
Es conveniente la ayuda de un profesional que pueda orientar a abordar los miedos, así como la dependencia emocional o la baja autoestima que puede estar sufriendo. De esta manera, sabrá sacar la valentía y seguridad que le ayudarán a tomar mejores decisiones para llevar una vida mejor, plena y feliz.
Además, al mismo tiempo que resolvemos la insatisfacción personal, retomando la propia vida, evitamos también hacerle daño al otro miembro de la pareja. En muchos casos, aunque no en todos, es ajeno a las insatisfacciones e infelicidad de su pareja.
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