No se me ocurre un mejor momento para regresar que con la llegada del Otoño, y como no podía ser de otra manera el cambio de estación también puede significar un cambio en nuestro interior.
La sucesión de la estaciones nos puede servir como fuente de inspiración, como una especie de despertar y a la vez como recordatorio para realizar cambios y mejoras en nuestras vidas.
Cuando comienza un nuevo año estamos llenos de propósitos, pero estos, acaban disipándose con el transcurso de los días perdiendo fuerza y terminando por ser olvidados antes de ser cumplidos. Los cambios de estación nos brindan la oportunidad de mantenerlos vivos e incluso crearnos unos nuevos.
El otoño es la estación del cambio por excelencia, cambia el clima, la hora, los días son mas cortos, se terminan las vacaciones y comienza la rutina.
Simboliza el desapego y la depuración, la caída de las hojas simboliza el «soltar» por lo que es una buena estación para liberarnos de los viejos hábitos, actitudes, de la gente toxica y de todo aquello que nos impide el desarrollo y crecimiento pleno.
Os dejo algunos ejemplos para afrontar el otoño de manera positiva:
- Adaptar nuestra actividad diaria a la energía que tenemos.
- Realizar actividades que nos aporten paz y descanso.
- Añadir color ante la oscuridad que nos pueda representar esta estación.
- Ajusta tu dieta a los productos de época y disfruta de lo que te ofrece la tierra para estas fechas.
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