
En este artículo, se ofrecerá un sucinto decálogo para que puedas detectar cuando un Casanova esté entrando en acción contigo.
Antes de comenzar con el proceso de reconocimiento propiamente dicho, debes saber que cuando este arquetipo de hombre (también existe la variante en mujer, pero me vais a permitir adherirme a la figura histórica de Casanova) te considere su próximo reto a conquistar, eso significa por norma general, que no eres alguien cualquiera, ya que ellos, expertos en el género femenino, no se fijan en lo corriente. Hay algo que te hace especial que ellos valoran, por lo que desean colocarte en su vitrina de triunfos.
Podrá tratarse de tu atractivo físico incuestionable, o puede ser que tu capacidad intelectual brille especialmente. Incluso podrá tratarse de tu situación civil, y obviamente, aquí la soltería no aporta ningún valor extra. Y no menos frecuente, puede tratarse simplemente de una actitud, justamente las que pertenecen al continuo de pasotismo-indiferencia, atrayendo bastante a los Casanovas “peleones”, que miden su mérito en función del reto o de la dificultad que les suponga conseguir su objeto de deseo (este punto suele ser un denominador común en cualquier buen seductor que se precie).
Una vez dicho esto, algunos puntos importantes para detectarlos son:
• Poseen un encanto natural que los convierte en personas francamente irresistibles.
• Su disposición y amabilidad hacia ti, harán de él un ser excepcional.
• Son tremendamente galantes, siendo capaces de halagarte el oído como nadie.
• Inicialmente, te agasajarán con detalles y atenciones.
• De la noche a la mañana te podrás convertir en el centro de su universo, y lo mejor de todo, es que no querrán disimularlo, haciéndote ver que quieren que seas la reina de su castillo cuanto antes, porque eras tú la mujer a la que estaban esperando.
• Sobresaldrá en cualquiera de las siguientes facetas: el más guapo, el más listo, el más profesional, el más rico, el más viajado, el más divertido, el más encantador, el más bohemio, el más… siempre será el más en algo, siendo esta su forma de destacar sobre el resto de hombres mortales, más normales y por lo tanto, menos “interesantes” o “aburridos”.

Estos son los indicadores que sin duda serán de tu agrado, pues ya se sabe que a nadie le amarga un dulce.
Pero es una evidencia que la moneda siempre tiene dos caras, por lo tanto es aún más importante que además de detectar ese aspecto positivo, encantador y atractivo, sepas detectar la otra cara, mucho menos agradable y que habrás de descubrir por tí misma.
Toma nota:
• Son profesionales de la seducción, esto significa que llevan una carrera a sus espaldas. Aunque esto pueda ser duro de aceptar para tu ego, tú no eres la primera, y ni mucho menos, serás la última de su lista de conquistas.
• Dedican su vida al entretenimiento, no suelen saber disfrutar de su soledad, prefiriendo pasar su tiempo entre admiradora y admiradora.
• Es tarea difícil para ellos tener una relación “al uso”, ¿esto qué significa? Pues que la mayoría son incapaces de establecer y mantener una relación madura, estable y comprometida.
• Una vez han conseguido su propósito, es decir: tú, comenzarán a rebajar sus niveles de entusiasmo, dedicación y admiración casi celestial hacia tu persona, exactamente igual que hace un globo al desinflarse. Progresivamente se irán distanciando de ti, si no de forma muy evidente, con la extinción de los gestos y detalles que antes mostraban con tanta frecuencia y efusividad, o también de manera brusca y sin dar demasiadas explicaciones.
• Su necesidad de admiración les llevará a buscar cuántas más fans mejor, por lo que será frecuente que rastreen los lugares públicos en los que estéis, siempre a la caza de una mirada, un gesto de atención o una sonrisa cómplice. Dará igual si es con la camarera de ese bar que os gusta o con esa cajera del supermercado que siempre os atiende. El vanidoso necesita sentirse poderoso despertando la mirada y admiración de la fémina y ¡ojo! la fémina seductora necesita los halagos del vanidoso, por eso funciona tan bien la fórmula de dos seductores juntos (al menos al principio).
• Aunque podría desglosar muchos más puntos, este último es el que realmente necesitas saber, sobre todo si pretendes establecer una relación seria con un Casanova. Su naturaleza vanidosa, y su ego superlativo les aboca a que únicamente sean capaces de quererse a ellos mismos, no soliendo experimentar grandes sentimientos de amor por nadie. Así que, aunque te haya hecho sentir la mujer más especial de la faz de la tierra por un tiempo, con el transcurrir de la relación, podrás observar que estos halagos estaban realmente carentes de significado, pues sus palabras y sus hechos, no tenían nada que ver.
Y si, en algún momento se te ha ocurrido la brillante de idea de que podría cambiar por ti y por tu “especial brillo”, debes saber que la seducción es un juego de poder muy poderoso (valga la redundancia), por lo que será inviable que vayan a cambiar su forma de relacionarse con el género por el que se sienten atraídos, y es que, ya se sabe que nada cambia cuando se considera que nada hay que cambiar.
No te engañes, los Casanovas están encantados de haberse conocido.
Dicho lo cual, sólo te queda cuidarte más e igual, puedes comenzar a valorar que estás buscando en el sitio inadecuado, porque si lo que realmente quieres es una relación de calidad y compromiso honesto, sería deseable que comenzaras a abrir tu canal de receptividad a esas personas aparentemente “normales” y que siempre has desechado, prejuzgándolas de aburridas o sosas.
¿Por qué no te atreves a dejarte seducir por alguien que no va de nada, solo de sí mismo?
Pero para ello, deberás hacerte una pregunta:
¿Estarás dispuest@ a aceptar una relación «normal» con una persona «normal»?
Dicho esto, ¿por qué nos empeñamos en buscar a alguien especial, si lo verdaderamente complicado es encontrar a alguien «normal»?
MARIAJESUSGONZALEZ.COM