Había perdido la cuenta. A día de hoy era incapaz de recordar cuántas veces había iniciado el mismo ciclo, para luego terminar en peores condiciones de las que había comenzado. Pasaba del exceso a la restricción en cuestión de días. Igual que si se tratara de un yo-yo, su masa corporal iba y venía,Sigue leyendo «La dieta que aprieta»